BLOG
“Felicidad y Stress”
Paola Gallardo
¿Cuánto depende de nosotros la felicidad?
Los acontecimientos sociales, políticos, la economía mundial, la pandemia, los constantes cambios, la incertidumbre han aumentado los niveles de ansiedad y depresión que se han registrado como los más altos de los últimos tiempos.
Y con este escenario ¿cómo ser felices?, hay factores que inciden directamente en nuestros niveles de felicidad; existen condiciones genéticas (contexto), circunstancias externas y las decisiones que tomamos momento a momento y de estos elementos lo único que depende de nosotros son nuestras elecciones.
¿Cómo podemos aumentar ese factor que si depende de nosotros?
Siendo conscientes de la decisiones que tomamos, muchas de ellas las damos por obvias, porque no sabemos o no comprendemos qué tenemos la opción de apreciarlas.
Hacemos conscientes nuestras elecciones a través de recordatorios de SER agradecidos, amables, generosos, ya que en varias ocasiones se nos olvida al darlas por sentado.
Una forma interesante, es la que propone Tal Ben-Shahar, Profesor de Psicología Positiva en Harvard, y es la acción de introducir rituales que nos permitan recordar quienes somos o queremos SER (agradecidos, amables, abiertos, flexibles, cariñosos, compasivos, tolerantes, etc.). El ritual de expresar gratitud todos los días, nos convierte en una persona conscientemente agradecida lo que se traduce en mayor bienestar físico y emocional y que trasciende. ya que empiezas a experimentar plenitud. Otro ritual es la meditación (silencio) o respiraciones profundas para centrarnos, también incorporar alguna actividad física y pasar tiempo con la familia y/o amigos sin celular ni nada que impida conectarnos a través de una escucha abierta y estar presentes.
Cuando queremos hacer un cambio podemos recurrir a estas “3 R” : Recordatorio, Repeticiones y Rituales. El recordatorio es para recordarnos la mejor versión de nosotros mismos y como resultado de este recordatorio repetir la acción para generar un apalancamiento y transformarnos en eso que deseamos; la introducción del ritual es clave ya que el ritual es un camino neuronal en nuestro cerebro, realmente cambian el funcionamiento del mismo por lo tanto la naturaleza de nuestra existencia si por ejemplo crecimos en un contexto donde no estaba tan disponible el optimismo, la generosidad , la gratitud o la compasión.
El stress en si mismo no es malo ya que estamos diseñados para lidiar con el, hace 5 mil años atrás lidiábamos con que nos persiguiera un león y hoy nos enfrentamos al stress de una pandemia o entregar un reporte, entonces el problema no es el stress sino la falta de recuperación, los músculos emocionales no alcanzan a recuperarse y por eso muchas veces nos desintegramos, la recuperación puede ser muy distinta para cada individuo (ver películas, ir a la playa, hacer deporte, subir cerros, hacer arreglos domésticos o no hacer nada, etc.), aun cuando estas actividades pueden ser motivos de alto stress para otros, el punto es qué tan dispuesto estamos a tomarnos una pausa para recuperarnos?. Estamos viviendo tiempos donde el “hacer todo el tiempo, como clave del éxito” y pareciera que no podemos parar…. “no tengo tiempo” o “me voy a quedar atrás “ son las principales razones para no parar pero ¿porqué nos cuesta tanto parar? ¿será quizá el temor de tocar base en nuestro mundo interior y encontrar algo que no nos guste o que nos duele?
El profesor Jamie Pennebaker de la Universidad de Texas hizo un experimento donde a un grupo de personas les dio las siguientes indicaciones : Por 4 días tómense un break de 20 minutos al día para mirar en su interior y escribir sobre sus experiencias más difíciles de vida todo lo que aparezca en sus emociones y pensamientos regístrenlas en la escritura que nadie mas va a leer, cuando el profesor empezó a mirar los primeros datos se dio cuenta que los niveles de stress aumentaron considerablemente al momento de hacer la pausa de los 20 minutos y al pasar de los días estos niveles comenzaron a bajar llegando a niveles mas bajos que los originales antes del estudio. En otras palabras tuvieron un pick en la ansiedad y luego disminuyeron cuando surgió la sanación.
Las pausas sacan algo que tenemos reprimido aquello con lo que no queremos lidiar, ahora, el hecho de no lidiar con eso NO significa que no nos afecte, puede que estemos mejor en el corto plazo pero a largo plazo estaremos pagando precios. Tomarse pausas al inicio puede ser incómodo pero es así como crecemos, nos desarrollamos y cultivamos la felicidad. “Precio a corto plazo ganancia en el largo plazo”.
Los pequeños cambios pueden crear una gran diferencia y para acompañar este proceso de transformación podemos introducir a los Booster de felicidad, de los que habla Tal Ben- Shahar que como las entiendo son inyecciones cortas de aquello que nos apasiona, que nos encanta y que creemos que hacemos bien, por ejemplo si te encanta leer darte 10 o 15 minutos de una lectura que te apasione, te permitirá sentirte a gusto y en armonía pese a las circunstancias; incluir estas “ islas de sanidad” especialmente cuando tenemos un día duro nos permitirá regresar a nuestro centro y aumentar nuestros niveles de felicidad.